La virtual ruptura con Bogotá y un nuevo frente abierto con la Venezuela de Nicolás Maduro lo vuelven a mostrar como un líder radical en la región. ¿Estrategia o improvisación?
No es la primera ni será la última pelea diplomática. La montaña rusa en la que estuvo subido Javier Milei en las últimas 48 horas en la tarima regional dejó secuelas, aunque en la intimidad el presidente está convencido de que estas crisis le sirven para apuntalar su imagen internacional.
Son días frenéticos para la Cancillería, cada vez más resignada a apagar los incendios provocados por la piromaníaca verborragia del presidente. La Argentina quedó al borde de la ruptura total con la Colombia de Gustavo Petro. Pero las esquirlas se esparcieron más allá: el gobierno libertario abrió un nuevo frente en su pelea visceral con la Venezuela de Nicolás Maduro y profundizó su guerra dialéctica con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Con dos frases, Milei se volvió a mostrar como un líder radical al mejor estilo Donald Trump. La primera fue dirigida a Petro. “Mucho no se puede esperar de alguien que era un asesino terrorista”, dijo. La segunda fue para el jefe de Estado azteca: “Que un ignorante como López Obrador hable mal de mí, me enaltece”.
“Esto le sirve a Milei para mostrarse como una opción radical en América Latina, en sentido de la doble dimensión de la alianza con Estados Unidos, que es irrestricta y sin limitaciones, y con Israel y la guerra en Gaza”, dijo a TN el analista internacional Jorge Castro.
Por qué Javier Milei se empeña en generar crisis diplomáticas
El Gobierno parece tener hoy una política exterior atada a los exabruptos individuales del presidente. La “institucionalidad” queda reservada a la canciller, Diana Mondino, hábil diplomática que ya logró aplacar graves crisis con China y el Brasil de Luiz Lula da Silva al inicio de la gestión por amenazas de campaña.
“Es una estrategia. Milei está construyendo un líder político”, apuntó Castro.
En concreto, está replicando hacia afuera una exitosa estrategia interna que ya lo llevó a la presidencia.
“Estas peleas responden a una política deliberada destinada a crear a un personaje político” de proyección internacional y que ya le ha dado resultado en el ámbito nacional, resumió Castro.
En el camino, entre exabruptos y réplicas, quedan relaciones golpeadas y en manos de una cancillería cada vez más habituada a apagar incendios.
En TN, el jueves por la noche, Mondino intentó bajar el tono. “No tenemos un tema de Estado, es un tema de personas. Es una cuestión que no tiene que escalar”, dijo, aunque se puso al lado de Milei en sus acusaciones contra Petro: “Fue terrorista, efectivamente fue terrorista”.
Las 48 horas que abrieron varios frentes de conflicto en la región
Fueron 48 horas de máxima tensión. El lunes, el gobierno confirmó que seis opositores venezolanos se refugiaron en la embajada argentina en Caracas. Un corte de luz que el gobierno le atribuyó a maniobras de asedio de las autoridades locales elevó la tensión.
Un comunicado posterior de la Casa Rosada pidió elecciones libres, transparentes y democráticas, tras las trabas impuestas a la oposición para presentar sus candidaturas con vistas a los comicios presidenciales del 28 de julio en Venezuela.
Maduro ni siquiera respondió, más preocupado en contrarrestar como “injerencistas” los cuestionamientos de sus principales socios en la región, Lula y Petro. Ambos manifestaron su preocupación por las maniobras electorales contra la oposición.
Pero el terremoto diplomático se desató durante una entrevista con CNN que aún no se vio completa y que se conocerá el domingo. Los extractos divulgados por la emisora estadounidense desataron dos nuevas crisis.
No es la primera vez que Milei acusa a Petro de asesino. Ya lo había hecho en enero pasado. Entonces, lo tildó de “comunista asesino”. La respuesta fue el llamado a consultas del embajador colombiano en Buenos Aires. Ahora, subió la apuesta: lo calificó de “asesino terrorista”, al aludir al pasado guerrillero del presidente colombiano.
Petro retrucó: expulsó a diplomáticos argentinos y acusó al presidente argentino de “buscar destruir el proyecto de integración latinoamericana”.
No es la primera vez que Milei acusa a rivales de “terroristas”. Ya lo había hecho en campaña con su actual ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a quien acusó de “terrorista tirabombas”.
El presidente colombiano había tirado la primera piedra. En campaña, antes de las elecciones ganadas por Milei, Petro comparó las críticas al socialismo del entonces candidato libertario con posiciones del nazismo. “Eso decía Hitler”, afirmó. Después lo asoció con Augusto Pinochet y Jorge Videla.
En la misma sintonía, López Obrador comparó el triunfo de Milei en las elecciones con el ascenso de Hitler al poder. Luego, lo acusó de ser un “facho ultraconservador”.
En su entrevista con CNN, Milei le dedicó un mensaje contundente: “Que un ignorante como López Obrador hable mal de mí, me enaltece”, dijo.
La diplomacia latinoamericana camina hoy por una cornisa ideológica.