Hernández Berni fue elegido como el nuevo presidente del Partido de la Victoria de Salta. Caracterizan su capacidad de diálogo y de consenso como principales cualidades.
A veces la política te da sorpresas y un día te pone en lo más alto de todo. Seguramente Franco Hernández Berni hace dos años atrás no se imaginaba todos los giros que le tenía preparada la función pública. De obtener la victoria contra Mario Mimessi y convertirse en el nuevo intendente de Tartagal a devenir en el presidente del Partido de la Victoria de Salta.
De cara a las próximas contiendas electorales que se avecinan, el jóven político Franco Hernández Berni se convierte en el nuevo presidente de la estructura partidaria conducida a nivel nacional por Sergio Leavy. Mientras que la vicepresidencia quedó en mano de Jorgelina Koki Juárez y el rol de secretario general será ocupado por Ramón Villa.
“Franco Hernández Berni es el compañero del consenso, nadie puede negar que está promoviendo el peronismo en su municipio”, expresó la ex legisladora Koki Juárez.
De este modo, el joven dirigente político logra el control del poder partidario en la provincia. Conducir el municipio de Tartagal le da una espalda bastante importante ya que se trata de uno de los distritos con más habitantes de la provincia. Así Hernández podrá caminar codo a codo con el senador Leavy en las próximas elecciones cuya campaña pronto empezará.
Fortalecer el partido
No solo es el valor de la juventud sino también los logros electorales lo que posiciona favorablemente a Berni. Para el Partido de la Victoria es de gran importante lograr constituirse en una verdadera alternativa de poder. El intendente de Tartagal recibió las felicitaciones de diferentes referentes del espacio para su nuevo logro.
“Felicitaciones a todos los compañeros y compañeras que asumen una nueva responsabilidad en la construcción y crecimiento de este espacio”, expresó Lihue Figueroa que es una de las referentes del PV en Salta. El joven intendente tartagalense suma un nuevo reconocimiento en su carrera política.
El Intra