Otra Medida Desatinada de Bettina: Manteros al subsuelo del mercado que se inunda y en plena ola de calor

Al parecer la intendenta capitalina trata mejor a los durmientes que a los vendedores ambulantes.

La relocalización de manteros y vendedores ambulantes que trabajaban en inmediaciones del parque San Martín es un hecho. Tras meses convulsos, la municipalidad salteña les ofreció la peor opción, a contramano de lo que habían prometido.

Es decir, en lugar de brindarles un espacio seguro, como una feria tal como anunció en campaña electoral, no tuvieron mejor idea que mandarlos al subsuelo del mercado San Miguel, lugar conocido por inundarse en épocas de lluvia y peor aún, ser casi una catacumba en la que el calor veraniego se hace insoportable.

En esas condiciones, habrá que ver quién se atreve a ir de compras a ese lugar. En todo caso, los durmientes aledaños parecen haber sido mejor tratados que los vendedores. Al menos la inversión municipal ahí fue mucho más ostentosa.

Según se informó, tras reuniones que tuvieron lugar el sábado pasado, alrededor de 60 vendedores que estaban apostados en las plazas Francia, Italia y Colón, aceptaron pagar 10 mil pesos cada uno para “reservar” un lugar en el subsuelo. Con ese dinero, en 20 días, se acondicionará la zona debajo de calle Ituzaingó. Luego deberán pagar otros 10 mil mensuales para permanecer en el sitio

El contrato con Pepe Muratore, el jefe del Mercado San Miguel, sería por 5 años. Los números muestran que por mes Muratorie embolsará 600 mil pesos de ingreso, que al año representan más de 7 millones de pesos, si consideramos que la cuota es inamovible, algo que por supuesto no sucederá.

En ese marco, una de las referentes de Plaza Francia comentó a la prensa local que algunos de sus compañeros querían alquilar donde estaba un supermercado (sobre calle Urquiza y peatonal Alberdi), pero  los propietarios les pusieron “muchas trabas”. También señaló que otro grupo de manteros desea seguir en las calles y piensan cortar este lunes el centro de Salta a modo de protesta.

Tal es el caso de los vendedores de comida, quienes quedaron a la deriva y tendrán que arreglárselas como puedan.  “Algunos dijeron que lo mismo van a venir por la noche. Yo ahora ya no sé que hacer, creo que deberían dejarnos en el lugar porque estábamos más antes que los manteros”, acotó Romina, una vendedora de panchos en entrevista con FM Profesional. Como ella, decenas de trabajadores informales, esperan soluciones que no llegan.

Fuente: Opinorte