Peligra la producción de maíz y soja en Salta por la sequía y la ola de robos

Una ola de robos en las plantaciones se sumaron a las condiciones climáticas adversas.

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Ante la situación desesperante que vive por estos días el campo, un productor agropecuario explicó que no ve la hora de que el maíz madure para que disminuya el robo, ya que ellos venden la producción de maíz para granos no para choclo. Piensa cosecharlo recién en mayo o junio para forraje o para sémola. «Antes había tenido uno que otro tema de una bolsa, pero nunca había tenido problema con eso. Este año evidentemente cometí el error de sembrar primero y soy el único lote en toda la zona que está para choclo», contó Alejandro Schej a Que Pasa Salta.

La finca que se encuentra en la Ruta 5 entre Las lajitas y Apolinario Saravia a cuatro kilómetros del pueblo Coronel Mollinedo, tiene 180 hectáreas, parte de la siembra da a la ruta y por detrás de la finca pasa el tren. «Entran por los dos lados a robar, es complicado controlar todo. Me rompieron los alambrados, y al entrar pisan las plantas. Hacen más daño de lo que sacan. Hasta ahora llevo invertido en vigilancia 30 mil pesos por noche. Y todo comenzó el 13 de marzo. Mi preocupación es llegar con la cantidad necesaria de cosecha para poder recuperarme», comentó el productor.

«Hay lotes que no sembraron directamente, cuenta Alejandro. Él sembró un poco más tarde, y tuvo la suerte de que «cayeran unos chaparrones» en diciembre y eso ayudó bastante a que se dé la cosecha. «Los ladrones hacen una señalización con bolsas blancas que cuelgan a un costado de la ruta para que los vehículos frenen en ese lugar, cargan las bolsas llenas y se van», dijo Schej.

«En la zona del este, sobretodo, no llueve nada. Ya perdí un lote de soja. Sobre la marcha sembré poroto «mungo», que es un poroto verde. Necesitamos agua. La agricultura es muy dura, estamos en la lucha», cuenta Schej.

Más allá de los robos, el maíz está sufriendo otras consecuencias cómo la gran sequía

En el último informe, la Bolsa de Cereales porteña bajó las proyecciones del cultivo a 36 millones de toneladas, descendiendo un 30% (16 millones de toneladas menos) que las recolectadas la campaña anterior. Y sería la campaña más baja desde el ciclo 2014/15, cuando tributaba retenciones del 23% y estaba intervenido el mercado con los famosos ROEs.

Principalmente, la merma en el cereal de verano fue por la pérdida de rinde del maíz tardío (sembrado en diciembre) por las altas temperaturas, sumado a que la cosecha de los planteos de maíz tempranos (sembrado en septiembre) la registra rendimientos medios por debajo a la serie histórica de los últimos 21 años.

Este fuerte golpe productivo ya se está notando en la liquidación de divisas del campo. Entre enero y febrero, según datos de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina, se liquidaron US$ 1.500 millones contra los casi US$ 5.000 millones. del mismo período de 2022. Y en lo que va de marzo, se liquidaron poco más de US$ 600 millones, y quedan solamente 12 días hábiles, por lo que se prevé que el número sea también bajo.

Para los productores, la «suerte está echada» en este ciclo productivo, y pese a que llueva, las pérdidas son irrecuperables. Pero mirando lo que viene con la siembra de trigo, con respecto al clima, hay luz en el camino.