Juicio por Fernando Báez Sosa: Otros dos rugbiers rompieron el pacto de silencio y negaron haberle pegado a Fernando

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En el día trece del juicio por el asesinato de Fernando, y, precisamente cuando se cumplen tres años del hecho, Lucas se convirtió en el segundo hermano Pertossi en declarar, después de que el martes lo había hecho Ciro. También pidió hablar Blas Cinalli.

Lucas Pertossi y Blas Cinalli, dos de los ocho acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa, cometido en Villa Gesell el 18 de enero de 2020, declararon este miércoles durante el juicio por el hecho que «en ningún momento» le pegaron a la víctima y que no existió «un plan» para matarlo.

La pena de Pertossi

El primero en romper el silencio en la última jornada de recepción de pruebas, que coincidió con el tercer aniversario del homicidio, fue Lucas Pertossi (23), quien en una breve declaración ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores dijo: «Siento mucha pena por todo lo que pasó. Quiero aclarar que yo en ningún momento le pegué a Fernando Báez Sosa, ni lo toque, ni participé en un plan para asesinarlo».

Sobre su rol en el ataque ocurrido en la puerta del boliche «Le Brique», contó: «Veo que a un amigo mío lo estaban agarrando del pie y lo están tirando al piso. ‘Soltalo’, le pego dos patadas, y me voy caminando a la esquina».

Pertossi también se refirió al mensaje enviado al grupo de WhatsApp «Los delBoca3» que compartía con el resto de los acusados, en el que señalaba que «caducó» en referencia a cómo había quedado Fernando tras ser golpeado.

«‘Hubo una pelea, vino una ambulancia y un pibe caducó’, me dijo alguien que me crucé y le pregunté si había visto a un grupo de chicos. Y mando lo que él me había relatado», dijo el acusado.

Según él, tras ese comentario, les preguntó a sus amigos: «¿Sabe alguien? Un desconocido me dijo que caducó un pibe», a lo que los demás le respondieron: «Quédate tranquilo, nos peleamos pero volvimos».

También aseguró que solía registrar distintas escenas en video con su celular y que por eso lo apodaban «croniquita» e «intento de influencer», y de ese modo justificó la grabación tanto del momento de la expulsión del boliche como del inicio del ataque.

«No hubo planificación»

Tras esa declaración, pidió hablar ante el tribunal Cinalli (21), quien expresó: «Quiero empezar diciendo que lamento mucho todo lo que pasó, fue una tragedia terrible, falleció un chico de mi misma edad. No hubo ningún plan. No hubo planificación. No hubo ningún rol.»

Al referirse al episodio, y mientras se exhibía un video en el que ve cómo patea a un amigo de Fernando, Tomás D´Alessandro, Cinalli explicó con un puntero en la mano que ese joven estaba «tacleando» y había «agarrado del pie» presuntamente a uno de sus amigos.

«Le grito ‘soltalo’, ‘soltalo’, y ahí me agarra a mí del pie, me iba a tirar, y cuando puedo zafar le tiro una patada», dijo.

El acusado también manifestó que «estaba muy borracho» al momento del hecho y si bien dijo que no recordaba haber estado entre quienes rodearon a Fernando, a partir de los videos exhibidos a pedido de la fiscalía, aseguró finalmente: «Puede ser que estuve medianamente cerca».

A su vez, Pertossi enfatizó en distintos tramos de su declaración que habían bebido antes de ingresar a «Le Brique», que habían cargado «una heladerita con alcohol a la playa», que habían estado «tomando», que llevaron «más alcohol» a «una previa» a que la habían sido invitados y que había perdido a un juego de cartas «a ver quién tomaba más».

A diferencia de Pertossi, Cinalli aceptó responder preguntas, pero solo de los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García, ya que acusó al abogado de los padres de la víctima, Fernando Burlando, de faltarle el respeto.

Y en ese sentido pidió reproducir un video en el que el letrado se refiere a los acusados con términos como «son cagones en serio», «hijos de puta», «conchudos», «asesinos que merecen morir en la cárcel», «representan residuos escatológicos», «atacaron como unos cagones en manada».

«Esto es lo que viví durante tres años, una falta de respeto para mí y mi familia, muy poco profesional», dijo y aclaró además que sólo no respondería sobre ninguna otra persona que no fuera él.

Ante una pregunta sobre cómo se sentía, dijo: «Mal, en el momento no pensé que había pasado todo eso. Obviamente estoy mal. Me lastimó demasiado todo lo que pasó».

Ambos imputados señalaron que intervinieron tras «un tumulto», luego de que sus amigos resultaron presuntamente agredidos tras ser expulsados del boliche.

Cinalli se refirió, además, a los rastros compatibles con su perfil genético hallados en un dedo de la víctima: «Por la pericia pude ver que Fernando Báez Sosa tenía ADN mío en el meñique. Nunca le pegué a él, no sabía quién era. Supongo que la persona con la que tuve el encuentro (en el boliche) era él. Pero en ningún momento le pegué».

Los alegatos y los otros testigos de la audiencia

La audiencia concluyó mientras se escuchaban en el interior del recinto los gritos de «asesinos» desde el exterior, donde numerosas personas se congregaron para darle apoyo a los padres de la víctima, Graciela Sosa y Silvino Báez, quienes presenciaron las declaraciones de Pertossi y Cinalli.

Antes de finalizar la jornada, el tribunal informó que 25 de enero serán los alegatos de la fiscalía y el particular damnificado, y el 26, los del defensor  Hugo Tomei.

La última audiencia de testimonios había comenzado minutos antes de las 10 con la declaración conjunta de dos peritos forenses convocados por la defensa, quienes cuestionaron la autopsia realizada al cuerpo de Fernando y dijeron que no era concluyente sobre la causa de la muerte de la víctima, ya que no precisa si ciertas lesiones fueron producto de los golpes o de las maniobras de reanimación que le practicaron.

«Tuvo 60 segundos de golpes y más de 45 minutos de RCP (reanimación cardiopulmonar)», dijo el especialista en medicina legal Juan José Fenoglio en su intervención.

El testigo indicó que «no coincide la conclusión» del informe elaborado por el forense Diego Duarte «con lo observado en la autopsia» y consideró que la lesión en el hígado de Fernando a la que se refiere el perito oficial «puede ser por un aplastamiento en el hígado provocada por la reanimación por RCP» porque «un golpe no produce este tipo de lesiones».

El otro perito, el médico emergentólogo Jorge Rodolfo Velich, aseguró que «el escrito de la autopsia causa vergüenza ajena como médico forense» y aclaró que «no fue la RCP la que mató a Fernando Báez Sosa pero agravó la situación por la movilización» del cuerpo.

«El cuadro de Fernando Báez Sosa tiene nombre y apellido: politraumatismos graves», indicó Velich, a partir de una pregunta del fiscal García.

Los padres de Fernando, quienes llegaron a los tribunales vestidos con una remera con la foto de ambos con su hijo estampada y una frase que dice «nos tenemos», optaron por retirarse de la sala de audiencias para no escuchar en detalle la descripción de los forenses.

Al dejar el tribunal tras el cierre de la audiencia, Silvino aseguró: » Los chicos mintieron. Un borracho no puede escribir mensajes».

En tanto, los fiscales indicaron que las declaraciones de los imputados «no logran refutar las pruebas en su contra». Mientras que Burlando consideró que la de Cinalli fue «una confesión» ya que «se situó en la escena del crimen».

Con las declaraciones brindadas previamente por Máximo Thomsen (23) y Luciano (21) y Ciro Pertossi (22), los únicos acusados que no rompieron el silencio en el debate fueron Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23) y Ayrton Viollaz (23).

Fuente: Nuevo diario de Salta