Casi sin divisas, el Tesoro elevó $40 el «techo intra banda». Crece la incertidumbre en el mercado por novedades de las negociaciones con EEUU.
El Gobierno decidió subir $40 el «techo intra banda» que fija para la cotización del dólar mayorista. A punto de quedarse sin municiones para intervenir, el Tesoro colocó sus primeras posturas de venta a $1.470, es decir, 2,7% por encima del nivel en el que se había posicionado durante las tres ruedas previas, lo que implica que queda muy cerca del techo de la banda del BCRA ubicado en $1485.14 (+1%).
Lo que sucede que esta jornada será clave: el Tesoro se quedó prácticamente sin dólares para sostener el tipo de cambio – en torno a los u$s353 millones- dentro de la banda cambiaria. «En estos niveles comienza a aparecer oferta privada, que vende unos 10 pesos por debajo del nivel donde vende el Tesoro», reveló un operador del mercado.
«La estabilidad cambiaria de esta semana le habría costado al Tesoro entre u$s320 y u$s327 millones en ventas el miércoles, tras haber desprendido u$s1.721 millones en las cinco ruedas anteriores. Por lo tanto, las ventas acumuladas del Tesoro en lo que va de octubre habrían alcanzado los u$s2.040 o u$s2.050 millones, agotando casi por completo los dólares comprados al campo en el marco de las retenciones cero (el 92% de los u$s2.228 millones)», reveló PPI.
Paralelamente, la situación financiera se complica, ya que desde esta semana se empezó a evidenciar una fuerte suba de las tasas en pesos por falta de liquidez.
El dólar oficial opera este jueves a $1.410,60 para la compra y a $1.462,70 para la venta en el promedio de las entidades financieras que publica el Banco Central (BCRA) este viernes. En tanto, en el Banco Nación (BNA), el billete cotiza a $1.440 para la compra y $1.490 para la venta.
En cuanto a los financieros, estos descomprimen: el MEP se ubica a $1.510,36, mientras que el CCL cae a $1.536,49. Dentro de los paralelos, además, el blue cotiza en $1.475.

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En el sector de dólar futuro, los contratos caen este jueves con excepción del contrato a diciembre. Pese a la intervención del BCRA para dar cobertura ante la creciente expectativa de un giro en el esquema cambiario después de las elecciones, el mercado ya pricea un tipo de cambio mayorista a $1.600 para fin de año.
La suba de tasas, otra complicación
En el marco de las tensiones cambiarias y en la antesala de las elecciones legislativas nacionales, las tasas en pesos se volvieron a recalentar. Los operadores sostienen que ya lleva varios días la falta de liquidez en el sistema y que esto podría reeditar la extrema volatilidad que se vio en la salida de las LEFIs.
De hecho, el miércoles, la tasa de caución a un día tocó un máximo de 45% TNA y el REPO interbancario alcanzó el 57% TNA. Advierten que de continuar esta situación, es «probable» que vuelvan a subir tasas de préstamos a empresas y pazos fijos.
Cabe resaltar que el Banco Central estaba poniendo un «piso» a las tasas de interés en la rueda de simultáneas de BYMA, desde donde absorbe pesos al 25% TNA (nivel al cuál llegó después de las elecciones en PBA en un intento de bajar los altos rendimientos que afectaban el sistema).
Sin embargo, esta semana, esta referencia empezó a perderse ante una renovada falta de liquidez en pesos, que se evidenció en la tasa de caución que superó el 40% TNA, el REPO interbancario que sobrepasó el 50% TNA y las Lecaps que alcanzaron el 48% TNA.

Se disparan las tasas de caución
«La tasa de caución continúa por encima de lo que venía operando y la única explicación más o menos convincente para las subas tiene que ver con las expectativas de suba del dólar post elecciones y la incertidumbre respecto de la continuidad del esquema actual«, explicaron, en esta jornada, desde Outlier, desde donde también indicaron que la suba de tasas «afectó el martes más fuerte a la renta fija en pesos en general, probablemente porque las mencionadas expectativas ahora están alimentadas por las ventas sostenidas del Tesoro».
Más allá de las novedades que puedan surgir desde Estados Unidos, el mercado da por hecho que la demanda dolarizadora seguirá firme, sin importar el colchón financiero que logre construir el ministro de Economía en Washington. Esta convicción se apoya en la percepción generalizada de que el esquema de bandas cambiarias ya está agotado y que, tarde o temprano, será necesario un cambio en la política monetaria. Ese giro implicaría un tipo de cambio más alto, condición indispensable para acumular los dólares que la economía necesita.