A medidas que corren las horas, más detalles salen a luz del procedimiento en el que dos de tres policías, que llevaban 420 kilos de drogas, fueron detenidos en Aguaray. “Haceme la gauchada”, pidieron para pasar sin ser revisados.
Como adelantó de InformateSalta, el procedimiento que derivó en la detención del agente Mauro Palacios y el oficial subayudante, Alejandro Bravo, se registró a la 7.20 del miércoles, cuando los dos policías y un tercero (el agente Franco Pérez), viajaban de norte a sur por la ruta 34, a la altura de la localidad de Aguaray.
Los policías –según lo averiguado por este medio- iban en una camioneta Toyota Hilux, identificado como el móvil “1843” y “Policía 911 Emergencias”. El rodado era conducido por Palacios, mientras que Bravo iba como acompañante. En la caja de la camioneta, en tanto, estaba el agente Pérez.
Cuando el móvil fue detenido por los gendarmes apostados en el control, a la altura del kilómetro 1446, Palacios se identificó como agente de policía, perteneciente a la Dirección General de Seguridad Vial. Bravo, por su parte, también se identificó como policía y sostuvo que habían salido de Salvador Mazza y se dirigían a Aguaray, aunque luego se contradijo, pues mencionó que su destino era Tartagal.
Ante este primer indicio, el gendarme que dirigía la requisa preguntó que llevaban en la caja y se dirigió hasta la puerta trasera de la cabina para abrir la puerta y ver qué transportaban, pero no pudo porque el tercer policía, el agente Pérez, del cual los gendarmes no habían sido anoticiados, le impidió que abriera la puerta.
“No abra la puerta”, le gritó el agente, quien hacía fuerza desde adentro. ¿Qué estás llevando?, insistió el gendarme, a lo que el agente -desde adentro de la caja- insistió en que no intente abrir la puerta, para luego tratar de convencerlo con una excusa: “haceme la gauchada, llevó cinco neumáticos” que, por supuesto, no era una carga legal, sino de contrabando.
Agregó que era para el cambio del móvil en el que iban. La treta no convenció a los gendarmes, quienes hicieron que el móvil se aparque en la banquina. Allí, y con más determinación, el sargento que estaba al frente de la requisa, abrió la puerta trasera y el agente Pérez quedó al descubierto.
Si bien vestía ropa azul, no era el uniforme, a diferencia de Palacios y Bravo, los que sí iban impecables. Una vez que el tercer policía descendió, se pudo ver en la base de la caja cinco neumáticos, aunque por debajo, había 8 bolsas de arpilleras.
El gendarme se acercó, revisó los neumáticos y pateó las bolsas, oportunidad en la que descubrió que, por dentro, iban cargadas con paquetes, tipo “ladrillo”. En ese preciso instante, el agente Pérez se dio a la fuga en dirección al norte y hacía el monte.

Tiroteo
Tres gendarmes salieron en persecución, pero solo uno de ellos estuvo cerca de atraparlo, pues se trabó en lucha con el agente, pero el fragor de la pelea, ambos rodaron por el suelo y el de “verde” quedó sin su arma reglamentaria, situación que fue aprovechada por el “azul” para sacar ventaja, le apuntó con su arma y, en seguida volvió a perderse por el monte.
El gendarme, sin embargo, se sacudió el polvo y volvió a salir por detrás de Pérez, quien, para sacárselo de encima, volvió a apuntarle y disparó varias veces. Hubo contrafuego, pero nadie resultó herido, aunque el policía sí logró escapar.
En el puesto de control, en tanto, los gendarmes tenían rodeado el móvil 1843, con el agente y el suboficial en la cabina. Todos fueron trasladados a la base del Escuadrón 54, donde se procedió a la requisa que el agente Pérez intentó evitar a toda costa.
Y porque, no sólo llevaban cinco neumáticos de contrabando, sino 420 kilos de cocaína, en paquete de color amarillo con la calcomanía de Ferrari. Semejante hallazgo motivo la detención de los dos policías, el secuestro de sus armas, sus teléfonos celulares y otros elementos de interés para el caso, en el cual interviene el fiscal federal, Marcos Romero, y la jueza federal de Tartagal, Ivana Hernández.
Con respecto a la causa, se conoció que ambos efectivos detenidos ya fueron imputados y se le dictó prisión preventiva, en breves serán trasladados a la cárcel federal de General Güemes.




