Especialista en Relaciones Internacionales señaló que Argentina busca oxígeno financiero con respaldo de Washington y del Banco Mundial, pero sigue atada al swap de monedas con China.
Carolina Romano Buryaile, docente y licenciada en Relaciones Internacionales, analizó la coyuntura económica y geopolítica de Argentina en medio de la búsqueda de financiamiento internacional. En declaraciones a Aries, explicó que los recientes anuncios de apoyo del Banco Mundial y la negociación con Estados Unidos trajeron “un alivio momentáneo”, pero advirtió que la situación sigue siendo frágil.
“Más allá del pragmatismo de la política exterior de Milei y de su alineamiento con Estados Unidos, la Argentina depende en gran medida del swap de monedas con China, que es el que históricamente estabilizó nuestra economía en momentos críticos”, señaló.
La especialista destacó que esta doble dependencia genera tensiones. “Puede haber un choque entre la política exterior proestadounidense y la necesidad de sostener vínculos económicos con China, más aún cuando están sobre la mesa temas como la base china en la Patagonia o la cooperación en defensa y seguridad”, apuntó.
Romano Buryaile recordó que la estrategia de la Casa Rosada incluye un claro giro diplomático. “Lo vimos en la votación en Naciones Unidas respaldando a Israel y en el acercamiento a Washington. Ahora se espera con expectativa el discurso del presidente en la ONU, el año pasado había calificado al organismo como un espacio de socialismo”, recordó.
Finalmente, consideró que Argentina se mueve en un escenario global complejo. “Estamos frente a una gran crisis del multilateralismo. El país necesita financiamiento y eso lo pone en jaque en cada negociación. El alineamiento con Estados Unidos no es inocente: involucra también cooperación en defensa militar, lo cual tendrá implicancias a mediano plazo”, concluyó.