Una mujer quiso iniciar una demanda laboral contra el senador Sergio Leavy. La Secretaría la derivó a varias oficinas y, finalmente, le pidieron que se retire.
La Secretaría de Trabajo de Salta se encuentra en el centro de una controversia por una demanda laboral que no se concretó. El motivo de ello, según informó el medio Nuevo Diario Salta, fue que la denuncia apuntaba contra Sergio «Oso» Leavy, senador y candidato a renovar su banca por el Partido de la Victoria. El caso puso sobre la mesa la imparcialidad de los organismos públicos y el incumplimiento de deberes.
Acorde precisó el medio, personal de la Secretaría ubicada en la calle Simón Bolívar 141 se negó a recibir la denuncia de Mariana Victoria Abán, quien acudió el lunes a la mañana a la dependencia en busca de asesoramiento legal.
Su demanda está basada en la contraprestación de servicios desde el año 2017 hasta la fecha. Esta culminó por la negativa permanente de incluirla en nómina o por no realizarle siquiera un contrato laboral, sin otorgarle obra social ni realizarle los aportes correspondientes. Además, en diálogo con Nuevo Diario Salta, fue prácticamente obligada por el senador a inscribirse como monotributista “si querés cobrar”.
Encima de todo, el pago que ofrecía Sergio Leavy era irrisorio: aproximadamente, $300 mil. De este mismo hay que deducir casi un 30% para el pago del monotributo, con una contraprestación “full time”, principalmente durante las campañas electorales.
El «paseo» por la Secretaría de Trabajo
La respuesta que recibió por parte del personal fue totalmente decepcionante. En primer lugar, la mujer terminó paseando por el edificio debido a que los empleados “amablemente” la direccionaban con otros funcionarios para ver su tema.
Cerca del horario de cierre de esas oficinas, pidió hablar con el titular de la Secretaría, Alfredo Amado Batule. Allí le respondieron que sería imposible su atención por parte del titular de ese organismo porque se encontraba en una reunión prolongada. Finalmente, la invitaron a retirarse y que volviera otro día.
El Intra
