Se trata de la camarista federal Mariana Catalano, cuyo nombre apareció ya en dos columnas de un importante diario nacional como posible recambio, en la Corte Suprema, o bien, al frente de la Procuración General. ¿Qué hay de cierto?

La danza de nombres comenzó una semana antes de la propuesta oficial del juez Ariel Lijo y el jurista Manuel Mansilla García, como nuevos integrantes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, por parte del Poder Ejecutivo de la Nación, cuya viabilidad está prácticamente atada con alambre por la falta de poder de fuego del gobierno libertario en el Congreso de la Nación.

Por ello, el gobierno del presidente Javier Milei, a través de su alfil en la materia, el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, tiene plan “B” y “C”, por si los nombres enviados al Senado de la Nación no llegasen a prosperar. En una de las listas alternativas, casualmente, aparece el nombre de la jueza Mariana Catalano, integrante de la Cámara Federal de Apelaciones de Salta.

El fin de semana, en una columna del periodista Nicolás Wiñazki, el nombre de la magistrada salteña, aparece apuntado con chances de llegar al cargo de Procuradora General de la Nación, puesto que desde hace ocho años ocupa de manera interina Eduardo Casal, quien se manifestó expresamente para que se lo formalice como procurador, sin embargo, desde Casa Rosada hicieron oídos sordos.

Catalano aparece como una propuesta en ese cargo junto a otro camarista. Se trata de Mariano Borinsky, vocal de la Cámara Federal de Casación Penal, la que está por encima del tribunal que integra la jueza salteña, cuya chance radica en el conocimiento y práctica del sistema acusatorio, sistema implementado en Salta desde el 10 de junio de 2019, entre otros méritos.

En el artículo, Wiñazki, no vuelve a mencionar a Mariana Catalano ni tampoco a mencionar las chances que la magistrada podría tener a su favor. Al referirse a Borinsky, sin embargo, menciona varios detalles, como el hecho de haber tenido ya un contacto con la Casa Rosada. Incluso, se señala cierta relación con Cúneo Libarona y uno de los principales asesores del presidente, como lo es Santiago Caputo.

Escenarios

Aunque la mención pareciera haber sido una muleta para resaltar la figura de Borinsky, ayer el mismo medio nacional, volvió a mencionar a Catalano, pero ya no como posible titular de la Procuración General de la Nación, sino como una integrante de la Corte Suprema.

El cambio de tablero se debió radicalmente a las pocas chances que Lijo o Mansilla García tendrían de llegar juntos al más alto tribunal de justicia nacional, pues la oposición y otras instituciones afines a la justicia, hicieron sentir el reclamo de la ausencia de una mujer en la Corte Suprema.

Con la diversidad de género como punta de lanza, algo que no sorprendió, el gobierno echó a rodar algunos nombres para cumplir con el reclamo, aunque tampoco postulo a Catalano como la principal candidata, sino como segunda, detrás de la jueza Susana Medina, del fuero laboral de la provincia de Entre Ríos, quien aparece como favorita pro su estrecha relación con Karina Milei, hermana de presidente.

Las opciones, entonces, quedarían con el jurista Mansilla García y la jueza Medina como candidatos principales para la Corte Nacional. Ambos gozan del total apoyo de los hermanos Milei. Lijo, con el patrocinio del juez Ricardo Lorenzetti, podría terminar al frente de la Procuración General.

De no ser así, las chances de Borinsky y Catalano crecerían. La del primero para convertirse en Procurador General y la de la jueza salteña, para la Corte, en caso, de que la presunta propuesta de Medina no prospere. Cualquiera de los escenarios, causaron revuelo ya en los tribunales federales de calle Deán Funes y España, en donde nadie descarta las chances de la camarista local, cuyas ínfulas, según fuentes judiciales, siempre apuntaron más alto de lo normal.

Como se sabe, estos cargos dependen enteramente del manejo político, algo en lo cual la jueza no es una neófita, sino por el contrario, siempre supo moverse lo suficiente como para contar con el respaldo necesario para una carrera en ascenso.