El ejército israelí realizó intensos bombardeos en Líbano que dejaron cientos de muertos e informó sobre un ataque aéreo en Beirut dirigido al alto comandante de Hezbollah, Ali Karaki, jefe del comando sur del grupo.
JERUSALÉN. – El Ejército israelí dijo el lunes que había alcanzado más de 800 objetivos en el Líbano, en una de las rondas más intensas de ataques aéreos en casi un año de combates contra Hezbollah y advirtió que ampliará su campaña.
El ministro de Salud libanés, Firass Abiad, informó que los bombardeos israelíes dejaron un saldo de “274 muertos, incluidos 21 niños y 39 mujeres”. Además, señaló que alrededor de 5000 personas han resultado heridas desde el martes, con más de 1000 heridos solo este lunes, lo que convierte a esta jornada en la más mortífera en el Líbano desde el inicio del conflicto en octubre.
Por su parte, el ejército israelí informó que ampliará su ofensiva aérea contra lo que denomina arsenales de Hezbollah en el sur y el este de Líbano. Además, confirmaron haber realizado un ataque aéreo en Beirut, la capital libanesa, marcando el cuarto incidente de este tipo desde el inicio del conflicto.
El ataque aéreo israelí en Beirut fue descrito como “selectivo”, y según fuentes de seguridad citadas por medios israelíes, el objetivo era Ali Karaki, alto comandante de Hezbollah y jefe del comando sur, responsable de la actividad militar del grupo en el sur del Líbano.
Karaki también es miembro del Consejo de la Yihad, el principal órgano militar de Hezbollah. Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) anunciaron que proporcionarán más detalles sobre este “ataque selectivo” en breve.
El vocero militar israelí, el contraalmirante Daniel Hagari, dijo que los residentes del Valle del Becá deben inmediatamente salirse de las zonas donde Hezbollah está almacenando armas.
“Pronto atacaremos en profundidad en el valle de la Becá, donde hay bienes estratégicos de Hezbollah en concentraciones de población”, dijo Hagari, quien ha insistido en que Israel atacará “objetivos terroristas” en esta zona del país y ha acusado al grupo de almacenar armamento en “edificios civiles”.
Antes de que comenzara la escalada con una oleada de explosiones de beepers el martes pasado, unas 600 personas habían muerto en el Líbano desde octubre, en su mayoría combatientes, pero también más de 100 civiles.
El ejército israelí anunció la campaña en medios sociales, con una foto que supuestamente mostraba al jefe del ejército, el teniente general Herzi Halevi, autorizando ataques adicionales desde la sede del ejército en Tel Aviv.
Halevi y otros líderes israelíes han prometido acciones más duras contra Hezbollah en los próximos días.
Cohetes de Hezbollah
Por su parte, Hezbollah dijo en un comunicado que había lanzado docenas de cohetes a un puesto militar israelí en Galilea. También atacó por segundo día las instalaciones de la firma de defensa Rafael, que tiene su sede en Haifa.
Las FDI dijeron que Hezbollah lanzó hoy unos 165 cohetes contra Israel desde el Líbano, mientras las sirenas de advertencia sonaron en la parte norte de la Cisjordania ocupada y en zonas del norte de Israel.
Esta sería la primera vez desde el 8 de octubre que se dispararon cohetes de largo alcance desde el Líbano y que se activan las sirenas en Cisjordania.
El lunes por la mañana, Israel instó a la población en el sur de Líbano a evacuar viviendas o cualquier otro edificio donde afirmaba que había armas de Hezbollah, y afirmó que el ejército haría “extensos ataques” contra el grupo político y militar.
Era la a advertencia de esa clase en casi un año de un conflicto que ha ido creciendo de forma paulatina, que seguía a un intercambio de fuego especialmente intenso el domingo en el que Hezbollah lanzó más de 100 cohetes, misiles y drones al norte de Israel en represalia por ataques recientes que mataron a un importante comandante y a docenas de sus combatientes.
Por su parte, el presidente iraní, Masud Pezeshkian, acusó este lunes a Israel de tratar de “ampliar” el conflicto en Medio Oriente y negó que su país desestabilice a la región. “Sabemos mejor que nadie que si una guerra estallase en Medio Oriente nadie en el mundo se vería beneficiado. Es Israel el que intenta crear un conflicto más amplio”, declaró en una mesa redonda con periodistas en la sede de Naciones Unidas en Nueva York.
La escalada de ataques y contraataques ha incrementado el temor a una guerra abierta mientras Israel sigue combatiendo al grupo palestino Hamas en Gaza y tratando de recuperar a decenas de rehenes capturados en el ataque del 7 de octubre. Hezbollah ha prometido continuar sus ataques en solidaridad con los palestinos y Hamas, que al igual que el grupo libanés recibe apoyo de Irán, mientras que Israel dice estar comprometida a que la calma vuelva a la frontera.
La Agencia Nacional de Noticias, un medio estatal libanés, dijo que los ataques habían golpeado una zona boscosa en la provincia central de Byblos por primera vez desde que comenzaron las hostilidades en octubre. Israel también bombardeó objetivos en las regiones nororientales de Baalbek y Hermel, donde un pastor murió y dos familiares resultaron heridos, según la agencia de noticias.
El Ministerio libanés de Salud pidió a los hospitales en el sur de Líbano y el valle oriental de Bekaa que postergaran las cirugías que pudieran hacerse más tarde. El Ministerio dijo en un comunicado que su petición pretendía mantener hospitales listos para lidiar con las personas heridas por “la creciente agresión israelí sobre Líbano”.
Órdenes de evacuación
Un oficial del ejército israelí dijo que el país se centra en operaciones aéreas y no tiene planes inmediatos de una operación terrestre. El oficial, que habló bajo condición de anonimato en línea con las normas internas, dijo que los ataques pretendían acabar con la capacidad de Hezbollah de lanzar nuevos proyectiles a Israel.
Medios libaneses dijeron que la gente había recibido mensajes de texto instándoles a huir de cualquier edificio donde Hezbollah almacene armas hasta nueva orden.
“Si usted está en un edificio que alberga armas para Hezbollah, aléjese del pueblo hasta nueva orden”, indicaba el mensaje en árabe, según medios libaneses.
El premier israelí, Benjamin Netanyahu, pidió a los ciudadanos libaneses que abandonen las zonas de conflicto donde la aviación de Israel bombardea posiciones de Hezbollah. “Váyanse ahora, no dejen que Hezbollah ponga en peligro sus vidas y las de sus seres queridos”, dijo.
El ministro de Información libanés, Ziad Makary, dijo en un comunicado que su oficina en Beirut había recibido un mensaje grabado diciendo a la gente que abandonara el edificio.
“Esto se enmarca en la guerra psicológica emprendida por el enemigo”, dijo Makary, que instó a la gente a “no prestar al asunto más atención de la que merece”.
En un primer momento no estaba claro cuánta gente se vería afectada por las órdenes israelíes. Las poblaciones a ambos lados de la frontera se han vaciado en su mayor parte debido a los intercambios casi diarios de fuego.
Agencias AP y AFP
LA NACION