La medida no tiene precedentes y responde al cierre del gobierno federal, del cual dependen los controladores aéreos, quienes que hace dos meses trabajan sin sueldo.
La orden sin precedentes de la Administración Federal de Aviación (FAA) de reducir los vuelos en todo el país debido al cierre del gobierno, el más largo registrado, entró en vigor el viernes por la mañana, con algunos pasajeros tratando de idear planes de viaje alternativos.
Los 40 aeropuertos seleccionados por la FAA abarcan más de dos docenas de estados e incluyen centros de conexión como Atlanta, Dallas, Denver, Los Ángeles y Charlotte, Carolina del Norte, según la orden.
El secretario de Transporte de Estados Unidos, Sean Duffy, aclaró que los vuelos internacionales no sufrirán alteraciones.
«Los vuelos internacionales no serán afectados. Tenemos tratados internacionales que debemos respetar. Debido a esos acuerdos, no voy a afectar a los vuelos internacionales», dijo en declaraciones a la prensa desde el aeropuerto Ronald Reagan de Washington.
Vuelos internos afectados
En algunas áreas metropolitanas, incluidas Nueva York, Houston, Chicago y Washington, varios aeropuertos se están viendo afectados, y el efecto dominó también podría llegar a aeropuertos más pequeños.
Las aerolíneas se apresuraron a ajustar sus horarios y comenzaron a cancelar vuelos el jueves en previsión de la orden oficial de la FAA, mientras que los viajeros esperaban nerviosamente para saber si sus vuelos despegarían según lo programado.
«Estamos operando hoy más de 6.000 vuelos», dijo David Seymour, director de operaciones de American Airlines, a «Good Morning America» de ABC. «Ahora hemos tenido que cancelar 220 vuelos hoy como parte de esta directiva y ese será el mismo número durante el fin de semana, hasta que comencemos a aumentar la capacidad. Hemos estado trabajando incansablemente, las 24 horas del día, para asegurar que minimizamos la interrupción para nuestros clientes».
Las aerolíneas indicaron a los pasajeros con planes para el fin de semana que consultaran las aplicaciones para conocer el estado de sus vuelos.
Algunos pasajeros se apresuraron a buscar alternativas al avión. Hertz está informando de un fuerte aumento en los alquileres de automóviles de ida. Las reservas de ida han aumentado más del 20% durante el fin de semana, en comparación con el mismo período del año pasado.
«Nos unimos a las aerolíneas para instar al Congreso a aprobar rápidamente una resolución continua limpia y restaurar la certeza para los viajeros», escribió el director ejecutivo de Hertz, Gil West. «Cada día de retraso crea una interrupción innecesaria».
Más de 815 vuelos han sido cancelados en todo el país, según FlightAware. Delta Air Lines dijo que cancelaría aproximadamente 170 vuelos el viernes, y American Airlines planeó recortar 220 por día hasta el lunes.
La FAA dijo que las reducciones comenzarían en un 4% y aumentarían hasta un 10% para el 14 de noviembre. Estarán en vigor entre las 6 a.m. y las 10 p.m. e impactarán a todas las aerolíneas comerciales.
La agencia dijo que los recortes son necesarios para aliviar la presión sobre los controladores de tráfico aéreo que han estado trabajando sin paga durante más de un mes.
Muchos están trabajando seis días a la semana con horas extras obligatorias, y un número creciente de ellos ha comenzado a faltar a medida que la tensión financiera y el agotamiento aumentan.
«No se puede esperar que la gente vaya a trabajar cuando no está recibiendo un sueldo», dijo Kelly Matthews de Flat Rock, Míchigan, una viajera de negocios frecuente que ha cancelado la mayoría de sus próximos viajes. «Quiero decir, no se trata de que no quieran hacer el trabajo, sino de que no pueden pagar la nafta, la guardería y todo lo demás».
La orden llega mientras la administración Trump está aumentando la presión sobre los demócratas en el Congreso para que pongan fin al cierre.
Las aerolíneas dijeron que intentarían minimizar el impacto en los clientes. Algunos planearon enfocarse en reducir rutas hacia y desde ciudades pequeñas y medianas.
Las aerolíneas están obligadas a reembolsar a los clientes cuyos vuelos son cancelados, pero no a cubrir costos secundarios como comida y alojamiento en hoteles, a menos que un retraso o cancelación resulte de un factor contribuyente que esté bajo el control de las aerolíneas, según el Departamento de Transporte.
El analista de la industria Henry Harteveldt advirtió que las reducciones «tendrán un impacto notable en todo el sistema de transporte aéreo de EE. UU.».
Los recortes también podrían ralentizar el servicio de paquetería, ya que dos aeropuertos en la lista son centros de distribución importantes para las empresas de entrega: FedEx en Memphis, Tennessee, y UPS en Louisville, Kentucky, el sitio del mortal accidente de avión de carga de esta semana.
Por qué está cerrado el gobierno federal en Estados Unidos
El actual cierre del gobierno (shutdown) en Estados Unidos ocurre porque el Congreso no ha logrado aprobar una o varias leyes de asignaciones presupuestarias necesarias para financiar las operaciones de una parte de las agencias y programas del gobierno federal.
Este estancamiento se debe a un desacuerdo político profundo entre los partidos Demócrata y Republicano sobre prioridades de gasto y ciertos puntos de sus agendas, impidiendo que los proyectos de ley alcancen la mayoría necesaria en ambas cámaras, especialmente los 60 votos requeridos en el Senado para superar un filibusterismo (obstrucción).
Como resultado, la falta de fondos obligó a las agencias afectadas a suspender temporalmente muchos servicios no esenciales y a que cientos de miles de empleados federales sean suspendidos sin paga o se vean forzados a trabajar sin recibir su sueldo, como es el caso de los controladores aéreos, que fue el problema directo que causó la reducción de vuelos mencionada en la nota anterior.
Clarín




