Cafayate: Gran expectativa por la llegada del nuevo obispo

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 Aún no confirmaron la fecha de traslado, toma de posesión e inicio de su ministerio.

Aún no se conoce la fecha del arribo a la Iglesia de Cafayate, de su nuevo obispo prelado, monseñor Darío Rubén Quintana, religioso de la Orden de Agustinos Recoletos.

El nombramiento de monseñor Quintana viene a llenar la vacante producida por el fallecimiento ocurrido el 23 de octubre de 2019 de monseñor José Demetrio Jiménez.

Durante este período de dos años y medio la prelatura de Cafayate fue gobernada pastoralmente por el padre Pablo Hernando Moreno, como administrador diocesano.

Recientemente la feligresía de la Prelatura de Cafayate recibió la noticia del nombramiento de su nuevo obispo prelado, monsenor Darío Rubén Quintana, religioso de la Orden de Agustinos Recoletos. El nuevo pastor y obispo de Cafayate nació en Buenos Aires el 4 de febrero de 1971 y cuenta actualmente con 51 años. Ha sido ordenado presbítero el 17 de mayo de 1997 y consagrado obispo el 28 de diciembre de 2019 en la Catedral de Mar del Plata, siendo hasta la fecha obispo auxiliar de esa iglesia particular hasta su traslado y toma de posesión en la Prelatura territorial de Cafayate.

Los Agustinos Recoletos

En el siglo XVI, algunos religiosos Agustinos de la Provincia de Castilla, impulsados por un especial carisma colectivo, deseaban vivir con renovado fervor y nuevas normas la forma de vida consagrada que San Agustín fundó en la Iglesia.

Los Agustinos Recoletos son herederos de la forma de vida suscitada por San Agustín (354-430) y asumida en el siglo XIII con espíritu mendicante por la Orden de San Agustín (Gran Unión de 1256). Después de más de tres siglos de historia, en 1912, fueron reconocidos por la Iglesia como orden religiosa autónoma.

Su proyecto de vida es el propio de una orden religiosa, bajo el impulso del Espíritu Santo y aprobada por la Iglesia: viviendo en comunión de hermanos, desean seguir a Cristo, casto, pobre y obediente; buscan la verdad y están al servicio de la Iglesia; se esfuerzan por conseguir la perfección de la caridad según el carisma de San Agustín y el espíritu de la recolección. El carisma es una experiencia del Espíritu Santo que implica un modo específico de ser, una específica misión y espiritualidad, estilo de vida fraterna y estructura al servicio de la misión eclesial

Fuente: El Tribuno