Un dirigente fue amenazado con armas de fuego por una deuda vinculada a un jugador del plantel profesional.
La calma se rompió en Gimnasia y Tiro. Mientras el equipo atraviesa una racha de malos resultados en la Primera Nacional, una serie de hechos gravísimos sacudió las entrañas del club y generó un clima de crisis e incertidumbre tanto en la dirigencia como en el vestuario.
Todo comenzó con la salida repentina de dos jugadores del conjunto salteño: Marcelo Herrera y Luis Olivera. En el caso del defensor jujeño, con pasado en Lanús, su alejamiento se debió a un conflicto táctico con el entrenador “Tete” Quiroz. Herrera pasó de titular a suplente y abandonó un entrenamiento sin aviso, lo que fue considerado un acto de indisciplina. El club resolvió rescindirle el contrato.
Pero lo más grave involucró al lateral izquierdo Luis Olivera, quien fue marginado del plantel antes del partido frente a Arsenal por una situación extrafutbolística que generó alarma y miedo.
Según fuentes cercanas a Gimnasia y Tiro, un dirigente fue interceptado por dos hombres armados en motocicleta en cercanías de la institución. Los agresores reclamaban una deuda de unos 30 millones de pesos relacionada con Olivera, y advirtieron: “Pagá lo que debe Luis”. El hecho encendió todas las alertas y dejó entrever una posible conexión del futbolista con el mundo de las apuestas deportivas clandestinas.
El episodio no solo generó pánico en la cúpula dirigencial, sino también dentro del propio vestuario. Varios jugadores empezaron a manifestar su incomodidad con la situación y algunos exigieron la salida inmediata de Olivera. “O te vas vos, o te echamos nosotros. Esto es peligroso”, le habría dicho uno de los referentes del equipo. La presión fue tal que el defensor abandonó Salta de forma intempestiva. Horas después, su contrato fue rescindido.
La dirigencia trabaja ahora para contener el escándalo y evitar mayores filtraciones, pero el caso sigue sumando detalles oscuros. Lo que parecía una simple decisión deportiva terminó revelando un entramado que expone nuevamente los vínculos entre el fútbol argentino y el juego ilegal.
Gimnasia y Tiro, que sueña con regresar a Primera División, enfrenta ahora una crisis institucional que excede lo deportivo. La seguridad del plantel y el rol de las apuestas clandestinas en la vida cotidiana de los jugadores se convirtieron en el centro del debate.
Voces Críticas.




