Viajaba de Salta a Tucumán con sus dos hijos y llevaba 60 kilos de cocaína

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La transportista de droga fue detenida en Rosario de la Frontera. Conducía una camioneta junto a sus dos hijos de 2 y 4 años.

Una joven mamá que conducía una camioneta Fiat Toro y viajaba junto con sus dos hijos de 2 y 4 años fue detenida en un control de Gendarmería en El Naranjo. Transportaba 60 kilos de cocaína.

La droga iba oculta en el interior del vehículo por lo que fue imputada por transporte de estupefacientes.

En una audiencia de formalización de la investigación penal dirigida por la jueza federal de Garantías 2 Mariela Giménez se imputó a la mujer el delito de transporte de estupefacientes. De acuerdo a la exposición, diez horas antes la acusada, que viajaba de Salta a Tucumán, fue detenida en el puesto fijo de control que Gendarmería Nacional posee en la localidad de El Naranjo, ubicado sobre la ruta 9/34 en Rosario de la Frontera.

La fiscal explicó que la mujer conducía una camioneta Fiat Toro y transportaba consigo a dos hijos, de 2 y 4 años. Los gendarmes comenzaron a revisar los papeles del vehículo, circunstancias en que notaron cierto nerviosismo por parte de la conductora que en parte delató que algo escondía.

El personal federal le solicitó que ingrese el vehículo a la playa de control a fin de utilizar una rampa y someterlo a una requisa más profunda.

Fue así como, al inspeccionar la parte de abajo del rodado, se descubrió un compartimento fabricado de manera artesanal en algún taller.

Estaba ubicado entre el tanque de combustible y el soporte de la rueda de auxilio. Por una perforación, los uniformados pudieron advertir que en el interior había envoltorios cubiertos con una cinta de embalar amarilla, los llamados ladrillos de cocaína, lo que confirmó la sospecha inicial.

En virtud de ello, y ya con intervención de la fiscalía, se desmanteló el compartimento delante de la conductora y testigos hábiles, civiles.

Se contabilizaron 75 paquetes, que al ser examinados se constató que contenían 62 kilos y medio de cocaína. La conductora quedó detenida.

Dada las circunstancias del hecho y la prueba reunida, la fiscal solicitó la formalización de la investigación penal por el delito de transporte de estupefacientes, a la vez que requirió un plazo para el caso de 60 días corridos y pidió autorización para una serie de pericias técnicas pendientes.

Arresto domiciliario

Al momento de referirse a las medidas de coerción, y dada la necesidad de cotejar datos respecto al arraigo, la jueza dispuso un cuarto intermedio tras el cual la fiscal se inclinó por el arresto domiciliario de la acusada. Gallo, en sus argumentos, señaló que se pudo constatar, a través de un informe ambiental, el domicilio aportado y que efectivamente reside allí junto con sus hijos. En vista de ello, y dado que las condiciones del arresto domiciliario contemplan el beneficio cuando hay hijos menores de 5 años, la fiscal solicitó esa medida de coerción.

No obstante, requirió que se disponga el control del arresto domiciliario por la fuerza de seguridad más cercana al domicilio y se autorice la aplicación de una pulsera electrónica, como medidas complementarias. La defensa de la acusada, por su parte, no interpuso objeciones y reforzó el compromiso de su defendida de cumplir con las medidas requeridas por la fiscalía.

60 kg y se fue a la casa

La magistrada Giménez dio por formalizada la investigación penal. En cuanto al arresto domiciliario, avaló lo propuesto por las partes, aunque hizo una advertencia a la imputada sobre la conducta que debe demostrar en adelante. En ese sentido, estimó que se trata de “un delito gravísimo” por tratarse “de un tóxico nocivo y perjudicial para la salud”. 

Adelantó que ante “cualquier incumplimiento se procederá a la inmediata revocación” del arresto domiciliario. Finalmente coincidió con las medidas de control requeridas por la fiscalía autorizando la aplicación de la pulsera electrónica a través del organismo estatal que corresponda.

Fuente: El Tribuno