Con una ciudad deteriorada en materia de infraestructura vial, el proyecto de ciclovías asomó tímidamente como una necesidad de salir de un esquema conservador que le impidió crecer y la necesidad de aplicar nuevos paradigmas.

Si bien hay serios problemas estructurales que arrastra el municipio, la intendenta Bettina Romero decidió dar prioridad e iniciar las obras de bicisendas en todo el recorrido de la avenida Belgrano.

Nadie puede negar la necesidad de un camino seguro para los ciclistas, pero ni bien se inició a la obra, el proyecto empezó a mostrar serias falencias de planificación.

Y es que la ciudad de Salta no se caracteriza precisamente por la amplitud de calles como en otras grandes ciudades europeas en donde puso el ojo y la inspiración, la intendenta y sus funcionarios.

La prioridad dispuesta para los ciclistas despertó cuestionamientos relacionados al modo en que se planificaron en la ciudad las bicisendas, y con qué protecciones cuentan, tanto para el usuario de la bici, como para el resto de los ciudadanos que deben compartir a pie, o en otros vehículos el uso de las arterias.

Se avanzó con la obra pese a los accidentes en el que los automovilistas no tenían margen de maniobra al doblar en las esquinas y quedaban atrapados en pilotes de cemento. Se avanzó sin quitar el estacionamiento medido, y enangostando sensiblemente el paso de los vehículos. Se avanzó sin realizar trabajos de bacheo. Se avanzó sin señalizar debidamente las bicisendas, y sin educación vial que indique por ejemplo a los ciclistas, que no se trata de un paso con circulación en ambos sentidos. Se avanzó sin prever que, en paseo Güemes se produce un cuello de botella que nuevamente produjo varios accidentes viales. Se avanzó sin estimar una dársena para que los automóviles que necesitan doblar por calle Juramento, puedan esperar seguros, mientras los otros avanzan, sin quedar atascados.

Fue inútil la insistencia de concejales y periodistas para poder conocer sobre la planificación proyectada para tamaña obra que produciría un cambio importante en la circulación de una de las avenidas mas importantes de la ciudad. A cada cuestionamiento respondían, que se estaba llevando adelante lo dictaminado por el plan PIDUA; pero nunca apareció un estudio de factibilidad, una encuesta, o un funcionario que sepa explicar lo que querían hacer.

A esta altura, la única certeza sobre las bicisendas, es que el municipio salteño se maneja bajo el sistema de prueba y error, lo que ratifica las sospechas de que la planificación, nunca existió.

Comenzaron quitando los pilotes de las esquinas (esas en donde los autos no podían maniobrar), luego a tapar los baches, y ahora se encuentran modificando el trazado, porque parece que se les fue la mano en las dimensiones. Todo muy previsible.

Con bajo nivel de tolerancia a las críticas, el equipo de comunicación de la intendenta se lanzó en picada, a la contienda twittera. No hubo periodista, político o ciudadano que manifestara su parecer en disidencia con la construcción de las ciclovías, que no fuera atacado obsesivamente por una manada de trolls. Como la estrategia no fue suficiente, se aprovecharon de la buena fe de los ciclistas para actuar en el mismo sentido. Finalmente se encargó la tarea de respuestas en redes a los mismos funcionarios que con sus pocos argumentos, terminaron confirmando el porqué de la reticencia a brindar entrevistas sobre el tema.

Pero como todo esto no pudo atemperar los ánimos y las crecientes críticas, se buscó una voz autorizada que apoyara la obra. Y la voz cantante no fue nada más y nada menos, que la de la presidenta de la Comisión de Preservación del Patrimonio Arquitectónico y Urbanístico de la Provincia de Salta, Laura Saha.

Muy suelta de cuerpo la funcionaria manifestó: “Como cuidadores del patrimonio del área centro, que es la protegida por la CoPAUPS en la Ciudad de Salta, lo vemos con buenos ojos ya que la misma se verá parcialmente liberada de automóviles y colectivos, y esto sugiere solamente beneficios para el bienestar de los edificios catalogados ya que evita vibraciones nocivas para las antiguas estructuras como también se reduciría el abrasivo smog que daña las fachadas”.

Lo que por ética, la arquitecta olvidó mencionar al realizar sus declaraciones la arquitecta, fue que la une un parentesco familiar ya que al estar casada con Marcelo Romero, es la tía de la intendenta Bettina Romero.

Sin confirmar aún, ya que el Boletín Oficial municipal se publica semanalmente por la pandemia, la empresa subcontratista de la obra de la bicisenda sería MARO S.A., que lleva como socios a Marcelo Romero y Laura Saha. De confirmarse la versión sin dudas sería un escándalo que no dejaría bien paradas ni a la intendenta municipal, ni a la presidenta de la CoPAUPS.

Fuente. Interactiva
https://interactivanoticias.com.ar/bicisendas-fallas-en-la-planificacion-e-intereses-familiares/