Policía de Salta. Cambios en la conducción de la fuerza.

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Nuevamente hay rumores de cambios y descontento dentro de la Policía
La creciente ola de robos no sólo en esta ciudad, sino en varios distritos del interior de la provincia, la que atrajo aparejada numerosas quejas de parte de los vecinos por la falta de seguridad, volvió a poner a la conducción de la Policía de la Provincia en crisis.

Según fuentes de la misma policía y del Ministerio de Seguridad, ya habría un borrador con algunos nombres para renovar la cúpula policial, entre los cuales el de Norma Morales, actual jefa de la fuerza, estaría ausente.

La falta de mando y reconocimiento interno dentro de las filas de la policía, es uno de los principales puntos que Morales, desde su llegada al cargo, no pudo revertir ni mucho menos conquistar, a lo cual se sumó la falta de tacto para abordar ciertas problemáticas, entre ellas la violencia de género, aspecto que le valió una licencia a poco de asumir, luego de que Ana Fernández, referente de la Comisión de Familiares contra la Impunidad, le salió al cruce por su postura respecto a los casos de policías acusados de hechos de violencia. Fue a fines de diciembre de 2019, cuando Fernández pidió la destitución de la jefa.

Criticó “la falta total de conocimiento de parte de Morales, respecto a los femicidios ocurridos en Salta cometidos por efectivos policiales”.

Tras unas semanas de licencia, dispuesta por el ministerio de Seguridad, Juan Manuel Pulleiro, la jefa retornó y se esforzó por pasar desapercibida, sin embargo, cuando llegó la pandemia, la situación volvió desbordarse, una nueva crisis que, a diferencia de la anterior, apuntó más al titular de la cartera de seguridad, aunque las críticas contra la pasiva gestión de Morales no quedaron al margen.

La intervención del gobernador, a través de uno de sus funcionarios de mayor confianza, desactivó otra revuelta en la fuerza policial.

Hace unos días, los reclamos internos por los manejos caprichosos de parte de Morales y su sequito cercano, volvieron a hacerse sentir.

A ello, se sumaron varias quejas por la ola de robos y falta de seguridad, los que obligaron a Morales a viajar a Orán en busca de tratar de dar soluciones, pero no pudo hacer mucho, pues tuvo que reconocer que no hay personal ni tampoco infraestructura para hacer frente a los pedidos de mayor seguridad de los vecinos.

Esta situación que, obviamente no dejó bien parado al Gobierno provincial, llegó a oídos de los funcionarios de mayor rango dentro del área de seguridad, quienes ya dijeron basta y podrían proponerle al gobernador un recambio.

Para no ser improvisados, trascendió que habría ya un candidato que, casualmente, podría venir de la misma ciudad de Orán, aunque no se descarta un plan B, el cual incluiría varios cambios abajo de la jefatura, entre las direcciones y unidades regionales de la policía.

Desde la jefatura, en tanto, Morales se apura a buscar una salida alternativa que le permita seguir en el cargo. Una propuesta sería regresar a la era de los tercios, pues la jefa quiere tener más gente y terminar con los descansos de por medio, una idea que, lejos de tener consenso, sumaría el rechazo general de los policías.