Peligro, se hundió una calle en el B° San Benito

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 Señaló un funcionario municipal sobre el cráter. Dijo que se trata de un daño muy peligroso, creen que el agua comenzó a filtrarse y formar galería por debajo de la losa.

«Podría haber sido una tragedia», es lo que primero que se le vino a la cabeza a los vecinos de barrio San Benito, ubicado en la zona sudeste de la ciudad, y a todo aquel que después vio las imágenes del impresionante cráter que quedó en la avenida Santos Discépolo casi Ángel Vargas. Pasado el mediodía cedió prácticamente una placa completa de unos seis por ocho metros, lo tremendo es que las losas contiguas quedaron literalmente al aire con un hueco de más de dos metros y medio de profundidad, según datos oficiales.

«Pocas veces vi ese tipo de hundimiento, muy, muy peligroso, impresionante», describió el subsecretario de Renovación Urbana municipal, Guillermo Benítez, coincidiendo plenamente con que podría haber sido una tragedia, es más, dijo: «Se podría haber caído un colectivo entero sin problemas».

De acuerdo a Benítez, el hundimiento de las losas no ocurrió de un día para el otro, sino es un proceso que se viene dando desde hace mucho tiempo. Los vecinos cuentan que por la zona antes pasaba una vertiente, también mencionan un socavón. La avenida Discépolo se pavimentó aproximadamente hace una década y teniendo en cuenta el testimonio de la gente del lugar, el profesional llegó a la conclusión que de ser así en su momento no se colocó el material óptimo.

Según datos de archivo, la obra fue realizada por la empresa Ingeniero Medina, durante la gestión del exintendente Miguel Ángel Isa. Se había empezado a construir en 2009 y se inauguró en 2013.

Si bien faltan estudios, para el funcionario «el agua comenzó a filtrarse y formar galería por debajo de la losa y eso produjo que el material base sobre el cual se apoya la losa empezara a hundirse». Aunque aún no se conoce el problema real, los profesionales que trabajan en el tema están casi convencidos de que debe haber también alguna rotura relacionada con servicios a cargo de Aguas del Norte.

Para la comuna todo fue una sorpresa porque incluso remarcan que no había ningún indicio de que la losa podría ceder, es decir, ninguna pérdida de agua a la vista. En contrapartida los vecinos aseguran que no es la primera vez que esto ocurre, sino que es el tercer hundimiento en una misma cuadra. El año pasado se hundió llegando a la esquina de barrio Santa Cecilia y antes de la pandemia en la entrada de un supermercado chino. Comentan que hasta parte de la estructura de la iglesia estaría al parecer comprometida y temen que se hunda.

Miriam Gonza vive a metros del cráter. Se mudó al barrio hace más de 23 años, cuando Familia Propietaria (en ese momento) entregó los terrenos. Desde entonces sufre terribles problemas de humedad. Hasta hace poco pensó que solo le pasaba a ella, pero no, la manzana 231 A completa tiene el mismo problema.

Casi todos los días los pisos amanecen mojados, «como si hubiera baldeado», las paredes están llenas de salitre y el olor a humedad es tremendo. «Bajo mi cama está peor, tuve que poner cartón por los colchones. Duermo con mí hija discapacitada y yo sufro de artrosis, también tengo el carné de discapacidad», le contó a El Tribuno Miriam. La hija a la que hace referencia tiene 29 años, padece epilepsia y retraso mental. La vecina además tiene otros tres hijos y dos nietas con las que convive. Pide una solución de fondo.

Estiman un mes de obra

Hoy comienzan los trabajos para reparar el hundimiento del pavimento en la avenida Santos Discépolo. Desde el municipio estiman que la obra les llevará un mes, aunque dependerá del resultado de los relevamientos.

Los vecinos piden que no se tape como las dos veces anteriores, sino que se arregle realmente el problema.
Guillermo Benítez, a cargo de Renovación Urbana, área que arregla las calles de la ciudad, adelantó que primero van a empezar por romper todas las losas afectadas y vecinas (ancho completo), mientras tanto Aguas del Norte deberá verificar todas las pérdidas que existen en el pozo que quedó.

Posteriormente, estimó que se procederá a levantar y sacar todo el material húmedo y recambiarlo por uno seco para poder luego compactar.

Aclaró que se trata de un trabajo que requiere mucho cuidado, dado que en la zona dañada hay cámaras de Aguas del Norte, boca de registros y conexiones de particulares que llegan a esas cámaras.

Fuente: El Tribuno