Muerte de una beba wichí: Provincia evalúa restituir la entrega del insumo

Nuestras redes

Noticias recientes

El Ministerio de Salud de la Nación afirmó que el abordaje de las familias alejadas de centros urbanos debe ser integral. Desde la provincia, se afirmó que las respuestas deben ser intersectoriales.

El director de Nutrición de la provincia, Juan Hidalgo, afirmó que la decisión ejecutiva de Salta es gestionar los recursos para poder volver a entregar la leche a quienes perciben la Asignación Universal por Hijo (AUH), en toda la provincia, como se venía haciendo hasta hace dos meses.

«Esto (la decisión de suspender la entrega de la leche), fue una decisión que se tomó en marzo por parte de la Nación», sostuvo el funcionario al indicar que se trató de «algo súbito» que se informó a todas las provincias como cambio de estrategia respecto de esta cobertura alimentaria en particular.

«La provincia está buscando la forma de asistir comprando la leche», dijo Hidalgo a Salta/12, al sostener que es una inversión que no está contemplada en presupuesto. «Provincia trataría de ir comprando leche independientemente de la ayuda que brinda Nación», añadió. 

Si bien consideró que la leche en polvo no es la solución a la desnutrición, reconoció que tampoco los es suspender su entrega. «Hay que dar soluciones intersectoriales para resolver lo estructural», dijo el especialista. Pero entendió que la evaluación de la provincia de devolver la entrega de la leche en todo el territorio (y no solamente en la zona declarada como Emergencia Sanitaria en los departamentos de Rivadavia, Orán y San  Martín), parte también de una estrategia para poder resolver en el mientras tanto el problema estructural.

En cuanto a las gestiones de la provincia para que se restituya el beneficio, sostuvo que en el ámbito del Consejo Federal de Salud (COFESA) no solamente fue el ministro salteño, Juan José Esteban, quien planteó esta inquietud, sino que también lo hicieron otros titulares de carteras sanitarias provinciales. 

Calculó que hasta hace dos meses, cuando se cambió la estrategia de la entrega de la leche por un «plus» en dinero en la AUH y por Embarazo (AUE), la provincia recibía unos 50 mil kilogramos de leche para asistir a unos 15 mil niños y niñas de hasta 6 años.

La respuesta de Salud de la Nación

«La muerte de toda niña o niño en nuestro país nos conmueve y nos interpela como Estado y debe interpelar a toda la sociedad. Sobre todo cuando la desnutrición aparece entre los determinantes de estas muertes», aseguró el Ministerio de Salud de la Nación en un escrito a propósito del nuevo deceso por desnutrición de una nena del Pueblo Wichí, en el norte salteño. 

La cartera nacional reconoció que «el abordaje de las familias que viven alejadas de los centros urbanos, demanda que las políticas deben ser integrales, contemplando sus particularidades del lugar y el contexto en el que se encuentran».

Añadió que si bien, por respeto y confidencialidad, no se dan detalles de la familia de la niña, se conoce que «la familia era asistida por equipos interdisciplinarios de la provincia, que recibían apoyo financiero y era frecuentemente visitada por los equipos del Ministerio de Desarrollo Social y del Ministerio Salud».

Y agregó: «En cuanto a simplificar la complejidad del abordaje de esta familia y sus determinantes a la política sobre la entrega de leche, nos vemos obligados a citar las guías alimentarias para la población infantil (GAPI)», que están avaladas por los equipos nutricionales y la Organización Panamericana y la Organización Mundial de la Salud (OPS y OMS, respectivamente). «A los 2 años no es ni debiera ser la leche el principal aporte nutricional», sino que debe acceder «a alimentos más acordes a las necesidades nutricionales de cada edad», aseguró.

El Ministerio de Salud nacional también sostuvo que la leche muchas veces no llegaba la población objetivo, y luego dependía de «la presencia o no de agua segura (para prepararla)» con los consiguientes resultados en la salud. 

«El tratamiento de la desnutrición requiere de un abordaje específico que excede la entrega de leche de vaca», añadió. Recordó que la adecuada alimentación se inicia con la lactancia materna, «que no puede, ni debe, reemplazarse con sustitutos de la lactancia (leche de vaca en polvo y/o modificada)».

El programa de entrega de leche que se usó por 5 décadas «ha perdido vigencia «, y es más, comprende múltiples riesgos a nivel de salud por la reducción en tasa de lactancia, la utilización de agua contaminada para su reconstitución, la utilización de un alimento no específico para una población vulnerable y en rápido crecimiento, y el desplazamiento del consumo de alimentos saludables necesarios para cubrir los requerimientos nutricionales, aseguró la cartera de Salud de la Nación. 

También se indicó que la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud de 2019 identificó otras barreras no menos importantes para su implementación: sólo 66 por ciento de los niños y niñas que recibían la leche, reportaron consumirla. Solo un 42 por ciento de los beneficiarios había recibido instrucciones sobre la preparación adecuada de la leche. En casi el 50 por ciento de los casos, la leche recibida se compartía con otros miembros de la familia que no eran los destinatarios.

Además de que la falta de acceso al agua segura hace imposible la preparación adecuada de la leche en polvo distribuida, con incremento del riesgo de infecciones gastrointestinales.

«A más de 10 años de implementación de la AUH, entendida como una de las principales políticas de Estado de ampliación de derechos, avalada por los distintos poderes del Estado Nacional, cuestionar su accionar podría resultar riesgoso. Hablamos de una política que vino a superar los bolsones de alimentos para empoderar y dignificar a los ciudadanos», advirtió Salud de la Nación.

Añadió que «una política alimentaria integrada a la protección social transforma a las personas, que pasan de ser ‘asistidas por el Estado’ a ser ‘Titulares de Derechos’, permitiendo así gozar de mayor y real autonomía, adquirir alimentos saludables (leche u otros) por sus propios medios, sin intermediarios y respetando sus pautas culturales». 

Un lugar para sobrevivir

Marcela Navarro, vecina de Fortín Dragones (departamento San Martín), pueblo de la comunidad Algarrobito, de donde era la beba Griselda Tejerina Pérez, fue una de las primeras personas que acudió al llamado de la madre de la niña, que además tiene otros tres hijos. «Ella habla en wichí. Solo a veces usa el castellano pero entre quienes son cercanos», contó Navarro. Consideró que si la buscó a ella fue porque siempre está ayudándole, compartiendo el mate cocido con los chicos o la comida. 

«Dos días antes la vio la agente sanitaria a la nena. Yo ya la veía mal. Ya me olía que algo le pasaba a la criatura. Dos días antes y ¿no se dieron cuenta que la nena estaba mal?», afirmó la vecina al contar los hechos desde el viernes pasado, cuando la nena fue revisada, y que finalmente falleció el domingo último, pasadas las 5. 

Sobre la suspensión de la entrega de leche, dijo que en ese lugar nadie comunicó nada al respecto. Además de ratificar que un tarro de leche de 800 gramos tiene un costo de 1500 pesos, como «barato», contó que en el pueblo, un kilo de azúcar cuesta 150 pesos y «un pan» (una tira), 100 pesos. En Salta Capital este último producto se consigue a 50 pesos.