Es uno de los lugares más bellos del planeta, área protegida hace 42 años que era visitado, antes de la pandemia de coronavirus, por alrededor de 200 mil personas cada año.
Para presentarlas formalmente, las Galápagos son una provincia deEcuador ubicada a casi mil kilómetros del continente; un archipiélago con más de 230 islas, islotes y rocas de todos los tamaños: grandes desde Isabela, de 4.588 km2, hasta Genovesa, de poco más de 14 km2, medianas y pequeñas, todas nacidas de grandes erupciones volcánicas hace millones de años.
Por toda estas condiciones extraordinarias, Google le dedicará unDoodle como uno de los destinos más bellos y exóticos del mundo. El archipiélago está situado en el océano Pacífico a 972 kilómetros del litoral ecuatoriano y tiene como mayor fuente de ingresos el turismo.Newsletters Clarín Mundo Messi
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Antes de la pandemia de coronovirus que paralizó al planeta convocaba alrededor de 200.000 visitantes al año.
Peurto Ayora en las Galápagos. Los ingresos del turismo han ayudado a proteger los parques de las islas. Foto/Archivo
Las islas son hábitat de especies como tortugas marinas, delfines, tiburones, ballenas, arrecifes de coral, iguanas, lagartos, cormoranes, albatros, leones marinos y pingüinos.
Aquí algunas curiosidades de este destino protegido por el gobierno ecuatoriano por la diversidad de vida que cobija.
Sitio pionero como Patrimonio Natural de la Humanidad
Bobos de patas azules capturando peces cerca de la Isla Isabela en las Islas Galápagos. Foto/Archivo
Fue el primer sitio del mundo declarado Patrimonio Natural de la Humanidad hace 42 años, por reunir una flora y fauna únicas, con gran cantidad de especies endémicas -es decir, sólo pueden encontrarse aquí-, protegidas por el Parque Nacional Galápagos y la Reserva Marina de Galápagos.
Un cura fue el primer occidental en describirlas
La diversidad de la fauna marina en las Islas Galápagos. Foto/EFE
El primero en documentar sobre ellas fue el clérigo Fray Tomás de Berlanga, que las vio cuando navegaba de Panamá a Perú, en 1535. Le escribió al rey Felipe V de España describiéndolas como islas que “no valen nada”, un lugar “donde Dios había hecho llover piedras sobre la tierra”.
El misterioso origen de las «Islas Encantadas»
Las Encantadas, un paraíso en el Océano Pacífico que inspiró al científico inglés Charles Darwin su teoría sobre la evolución de las especies. Foto/EFE
El nombre de “islas encantadas” aparece por primera vez en un mapa de 1589, aparentemente en referencia a las corrientes que dificultaban navegar hacia ellas en ciertas épocas, y a la neblina que las hacía aparecer y desaparecer.
Las llamadas Islas Encantadas se sitúan sobre la línea ecuatorial, que atraviesa mayormente el norte de la isla Isabela, son escenario de numerosos movimientos sísmicos debido a las placas tectónicas cercanas, y es el segundo archipiélago con mayor actividad volcánica del planeta, después de Hawai.
La visita de Herman Melville, autor de «Moby Dick»
Herman Melville, autor de Moby DIck estuvo en las Islas y las retrató en su libro, Las Encantadas. Foto/Archivo
El escritor estadounidense visitó las islas Galápagos a mediados del siglo XIX, y en 1854 publicó “Las Encantadas”, un libro con diez relatos que describen el lugar desde distintos puntos de vista: la geografía, la historia, lo humano.
“Es muy dudoso que haya en todo el mundo una sola región que pueda ser, por su salvajismo y variedad natural, comparable a ésta”, escribió Melville.
Las súper tortugas de las Galápagos
Las tortugas se salvaron de la extinción por la caza indiscriminada. Foto/Archivo
En Galápagos supo haber 14 variedades de estas “súper tortugas”, pero en los siglos XVIII y XIX los balleneros, ávidos de carne y aceite, diezmaron la población, que cayó de más de 250.000 en el siglo XVI a unas 3.000 en la década del 70. Hoy, conservación mediante, se estima que la cantidad se recuperó hasta superar los 15.000 ejemplares, de 11 especies.
El lugar que inspiró a Charles Darwin
El origen de las especias, de Charles Darwin, inspirado por las Islas Galápagos. Foto/DPA
Las Galápagos, de hecho, son conocidas como “el laboratorio de Darwin”, quien recorrió estas islas en 1835 y estudió sus especies; entre ellas, el famoso “pinzón de Darwin”, un ave tan pequeñita como importante: su adaptación al ambiente local, se dice, fue fundamental para que diera forma a su teoría de la evolución de las especies.
