El rey Carlos III se ha dirigido por primera vez a millones de británicos en medio de la sensación de conmoción colectiva y profundo vacío dejado por Isabel II al cabo de 70 años de reinado. En un mensaje grabado en el Palacio de Buckingham, tras su llegada desde Balmoral, el monarca ha recogido el testigo de su madre y ha renovado su promesa de «un largo servicio a los británicos».

«Cuando ella heredó la Corona se comprometió a estar al servicio de sus británicos toda su vida, fuera larga o corta», ha recordado Carlos, en un tono solemne y con la emoción contenida. «Ella convirtió esas palabras en el profundo compromiso personal que definió su reinado». 

En el momento más personal de su discurso, el rey de 73 años ha recordado «el afecto, el humor y la devoción» demostrado durante toda su vida su «querida mamá». Ha tenido también emotivas palabras hacia la reina consorte, Camilla de Cornualles, «mi esposa durante los últimos 17 años» y para su hijo Guillermo. Ha extendido, incluso, sus mejores deseos a Enrique y Meghan «al otro lado del Atlántico».

Vestido con traje oscuro y arropado por Camilla, Carlos se ha dado el primer baño de masas ante la verja de Buckingham, donde fue coreado a su llegada a los gritos de «God save the king!» («¡Dios salve al Rey!»). Carlos ha saludado efusivamente a los congregados y ha intercambiado palabras con ellos e, incluso, ha llegado a ser besado por una admiradora. 

El rey y la reina consorte han agradecido los gestos de simpatía con una amplia sonrisa, y se han detenido unos momentos ante un altar callejero con ramos de flores, cirios y dedicatorias ante la verja del palacio, antes de entrar por primera vez en la palacio tras la muerte de Isabel II. Carlos ha despachado a continuación en Buckingham con la ‘premier’ Liz Truss.

El acto estará dividido en dos partes y concluirá con una declaración y un juramento del nuevo rey, que tendrá que esperar, sin embargo, varios meses para el acto de coronación, como ocurrió con su madre tras la muerte del rey Jorge VI.

Carlos III arrancará simbólicamente en los próximos días en Escocia su primera gira por el país como nuevo rey, que le llevará, después, a Irlanda del Norte y Gales. A lo largo de la semana presidirá varios actos en Londres y se sumará a la procesión que acompañará finalmente al féretro el 19 de septiembre entre la abadía de Westminster y el castillo de Windsor. Isabel II será enterrada ese día junto a la tumba de Felipe de Edimburgo en la cripta de la capilla de San Jorge. 

El heredero del trono pasó el jueves por la noche en el castillo de Balmoral, tras haber compartido las últimas horas con la Reina en su lecho de muerte, en compañía de su hermana Ana. El resto de la familia llegó a la residencia real en Escocia cuando la Reina ya había fallecido, tan rápido fue el desenlace.

Los tributos a la Reina han comenzado este viernes con las 96 salvas (una por cada año de la Reina) lanzadas desde diversos lugares de Londres. El féretro de la Reina permanecerá un día más en Balmoral y será trasladado el sábado al palacio de Holyrood y luego a la catedral de St Giles en Edimburgo. Miles de escoceses serán los primeros en rendir tributo a Isabel II en una ceremonia religiosa que tendrá lugar durante ese mismo día en St. Giles, y a la que asistirán los miembros de la familia real.

Fuente El tribuno