Una vez más pudimos recibir algunos artesanos de los cerros. La mañana fue soleada y de una temperatura agradable. Poco a poco llegaban entregaban sus trabajos y se retiraban con un par emparedados que les entregábamos para el regreso a sus hogares.

Fue muy reconfortante ver que cerca de las 11 de la mañana, llegaron dos grupos de los parajes de Pascha y El toro, con sus rostros sonrientes. El saludo era siempre con el codo, manteniendo el distanciamiento y con los barbijos colocados.

Luego de recibirles sus trabajos, nos reunimos en la capilla para hacer una oración, agradeciendo por todas las bendiciones y gracias recibidas, pedimos muy especialmente por la salud de todos y la pronta recuperación de los enfermos.

El encuentro fue diferente al de otros tiempos y terminó compartiendo los emparedados, por la necesidad de mantener la distancia necesaria y que algunos artesanos se retiraron antes. Pudimos enteramos de las necesidades, hablamos de algunas propuestas para conseguir lana de llama para los tejidos. Luego ellos emprendieron el regreso a sus hogares.

En estos tiempos difíciles que nos tocan vivir, pudimos disfrutar de este milagro de los artesanos, que cada mes asisten para compartir la hermosa amistad que nos une entrañablemente.

Fuente: Fundacion Alfarcito